lunes, 5 de septiembre de 2011
La Guerra de los Electrodomésticos
LIBRO PRIMERO: "Problemas con la lavadora"
"Nadie hubiera creído en los últimos años del siglo XIX que las cosas humanas fueran escudriñadas aguda y atentamente por inteligencias superiores a las del hombre y mortales, sin embargo en un lugar recóndito de la tierra, cuyo nombre no nos está permitido pronunciar, comienza el enfrentamiento con las máquinas.
El ser se agazapaba en una esquina del cuarto de baño y estaba dotado de carga superior. Era la primera vez que me enfrentaba a un especímen de este tipo y pensé, ilusamente, que funcionaba como los demás. Lo pusé en marcha y cuando creí que había superado la prueba, se paro. Intenté descifrar los extraños códigos que tenía impresos pero ante la imposibilidad de sacar nada en limpio, opté por la mejor solución "ojos que no ven corazón que no sienten". Cerré la puerta del aseo y dejé la ropa varias horas en remojo hasta la llegada de un ser dotado de más fuerza e inteligencia que abrió la llave de paso.
LIBRO SEGUNDO: "El cepillo loco"
Era una cálida mañana de un 19 de agosto, una ligera brisa se adentraba por la ventana de la habitación y agitaba mi melena. Pero esta bocanada de aire no era suficiente para mí, necesitaba utilizar un secador de pelo.
No cuento con una frondosa cabellera pero sí con una calidad de pelo que los entendidos denominan poroso y que por ello, retiene en exceso la humedad. Con miedo a padecer una pulmonía que me retuviese en cama seis meses como el pasado invierno, opté por utilizar el secador y no dejar que la naturaleza siguiera su curso.
Me dirigí al cuarto de baño con tal fin. La casa era amplia pero no estaba dotada de suficientes enchufes así que me vi en la obligación de desconectar el cepillo de dientes para poder utilizar el secador. El cepillo comenzó a vibrar y por más que aprete los botones del dichoso aparato éste no dejaba de moverse. Opté por la mejor solución "dejar las cosas como estan" así que volví a conectar el cepillo.
Para mi sorpresa el aparato se paralizó como si le hubiera dicho "un, dos , tres palomita blanca es" opté por llevarlo a la cocina y dejar el aparato enchufado allí. Como todos los días era la misma canción tenía que trasladar el cepillo del baño a la cocina y de la cocina al baño. Harta de esta engorrosa tarea lo tiré a la basura.
Tengo que reconocer que me sentí la más vil asesina que el mundo jamás haya conocido. Mientras disfrutaba de una espléndida cena oía como un ser iba, lentamente, apagándose como una vela en el cubo de la basura. Fueron varias las veces que estuve tentada de salvarlo de tan deshonrosa tumba y conectarlo de nuevo a la vida. Pero no lo hice. Solo espero que Braun lo tenga en su gloria.
LIBRO TERCERO: La venganza
(En este capítulo conocermos cómo la autora del blog se libra de morir electrocutada por una plancha de vapor que pierde agua y de la estrangulación por una aspiradora con el cable excesivamente corto)...
EPÍLOGO
La autora trata reanimar una vitrocerámica que no reacciona ante ningún estímulo digital y sonoro. Ante el riesgo de perder el pulgar y el índice de tanto apretar los botones nuestra protagonista lanza insultos y amenazas a la vitrocerámica con la esperanza de que se vuelva a encender.
Como era de esperar, ésta no da muestras de ningún tipo de actividad salvo emitir un molesto pitido cada 10 segundos que le obliga a ir a la otra punta de la casa para no oir.
Presa de la desesperación intenta traducir con google las instrucciones en polaco pero vierte copiosas lágrimas fruto de impotencia que siente y le impiden distingir las letras con tanta szczrzy chrzyzt. Busca ayuda en su antiguo compañero de pupitre, Linguo (veáse foto). Éste harto de sus lamentaciones y por no oírla decide autodestruirse.
The End
(nota el cepillo de dientes no era de mi propiedad, si fuera el mío otro gallo cantaría)
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Recientemente he tenido la oportunidad de lidiar con una lavadora, que aunque sea conocida, lleva años con nosotros, sus programas me hicieron dudar, (ya que suele estar mas llena...) y para unos vaqueros y poco mas, pues no sabía si poner el Mini, o el normal pero Corto, una duda insignificante pero que en el fondo tiene su jugo porque... es igual pero no es lo mismo!! esto del hogar, home sweet home, es muy complejo...
ResponderEliminarY tan vieja conocida no? Cuantas tardes de tu infancia pasaste junto a ella... ella como siempre dando vueltas y tú? estas harta de girar como una noria?
ResponderEliminarVivir así es morir de amor, por amor tengo el alma herida, por amor.. como sé que te mola hablar en clave de canción ahí te va¡